Montjuic, pendiente de cuatro concesiones
6 minutos de lecturaMontjuic, pendiente de cuatro concesiones. El Periódico Miércoles 22 de noviembre de 1995 M. Eugenia Ibáñez (Barcelona). Cambios en el paisaje de la montaña.
La Font de Gat
Restaurante situado cerca del teatro Grec. La concesión anterior, que correspondía a la familia soteras, venció en 1987, y en 1991 el ayuntamiento convoco un nuevo concurso, que ganó otra empresa.
Soteras presentó recurso contencioso administrativo, alegando defectos de forma en las bases del concurso. Los tribunales aceptaron el recurso. El ayuntamiento optará ahora por poner fin a la concesión.
Parque de Atracciones de Montjuic
Inaugurado en junio de 1966, la concesión municipal finalizará en junio de 1996. Las instalaciones del parque ocupan 10 hectáreas.
El Ayuntamiento de Barcelona cobra un cánon a la empresa concesionaria en función de la taquilla.
El numero de visitantes ha bajado en los últimos años. En 1995, según la propia empresa, los visitantes no llegaran a 700.000.
Tiro al Pichón
El contencioso entre el ayuntamiento y los dirigentes de la entidad para la retirada de las instalaciones se ha prolongado durante varios años.
Finalmente, desde el pasado verano, los socios de la entidad no pueden disparar.
Las huellas de las perdigonadas del tiro han quedado patentes sobre los cactus de los jardines de Costa i Llobera.
Restaurante de Miramar
La desgraciada concesión en el terreno de los antiguos estudios de televisión española arrastra incumplimientos y modificaciones desde hace casi diez años.
La última adjudicación municipal se efectuó hacia 1990 para construir un restaurante.
En 1992, la concesionaria, Barcelona Inn, paralizó las obras, que aún no se han reanudado.
El ayuntamiento no ha rescindido la concesión porque no encuentra empresa alguna ni actividad adecuada para aquel edificio a medio acabar.
Montjuic, pendiente de cuatro concesiones
La renovación de cuatro concesiones municipales puede modificar el uso de la montaña de Montjuic en los próximos años.
La renovación más importante corresponderá a las diez hectáreas del parque de atracciones, cuyo futuro debe concretarse antes de junio próximo.
En ese mismo plazo, los locales de la Font del Gat dejarán de ser un restaurante, y las instalaciones del Tiro al Pichón se transformarán en zona verde.
En Miramar, el ayuntamiento deberá encontrar una solución para el edificio cuyas obras llevan paradas más de tres años.
La concesión para la explotación del parque de atracciones vencerá en junio de 1996, según la versión municipal, y en 1998 según el gerente de las instalaciones Jose Manuel Martín Olmedo.
La diferencia entre una y otra estriba en que la empresa interpreta que la concesión era por 33 años, mientras el ayuntamiento limita ese periodo a 30.
Pero tanto la concesionaria como los responsables municipales coinciden en que las actuales atracciones, obsoletas y poco competitivas, deben renovarse.
No obstante, no hay unanimidad en el ayuntamiento para aceptar que las diez hectáreas que ocupan las atracciones sigan en el futuro con ese fin recreativo.
Se baraja también la posibilidad de convertirlas en zona verde, de ampliar el parque forestal, que en los últimos años se ha reducido sensiblemente con las instalaciones olímpicas.
El Mirador del Alcalde
Antes de junio, el ayuntamiento deberá decidir si mantiene las atracciones o restituye la zona verde.
En el primero de los casos se convocara un concurso que fijara las características de un parque de atracciones que, poco o nada tendrá que ver con el actual.
No se descarta la posibilidad de un concurso de ideas entre empresas capaces de realizar importantes inversiones, que conviertan el nuevo parque de atracciones en el polo de atracción que fue hace 15 años, cuando la competencia del Tibidabo, o la de Port Aventura, no había puesto en evidencia la caducidad de sus instalaciones.
El parque de atracciones debe renovarse
Martín Olmedo señala que el interés de su empresa es participar en el concurso que convoque en su día el ayuntamiento, «siempre y cuando las condiciones del mismo interesen».
El gerente reconoce que el contenido de las instalaciones debe renovarse, pero rechaza comentar cual puede ser la nueva orientación del parque y qué presupuesto estaría dispuesta la empresa a invertir en esa renovación.
«Primero tenemos que conocer la decisión municipal y después tomaremos la nuestra», indica Martín Olmedo.
El futuro de las 1,4 hectáreas que ocupa el Tiro al Pichón está más claro que el del parque de atracciones.
Cati Carreras, comisionada municipal para la montaña de Montjuic, asegura que las próximas semanas se ejecutará la orden judicial de lanzamiento y el ayuntamiento ocupara las instalaciones, cuya concesión venció en 1994.
El terreno permitirá la ampliación del Mirador del Alcalde, desde donde se contempla uno de los mejores panoramas de la ciudad.
Otro rincón a la espera de renovación es el restaurante de la Font del Gat.
La concesión venció en 1992, aunque fue renovada por cinco años.
El concurso convocado con posterioridad fue impugnado por el antiguo concesionario.
En julio pasado, los tribunales aceptaron el recurso presentado por esa empresa, que pertenece al mismo grupo que explota Los Tres Molinos y El Rancho, en Castelldefels.
Carreras señala que el ayuntamiento quiere poner fin a la concesión «porque no se ha invertido en los últimos años y la restauración que se ofrece esta pasada de moda».
La intención municipal es utilizar la finca para un objetivo «de interés publico», aún no definido.
La cuarta concesión municipal con problemas es la que corresponde al edificio del solar de los antiguos estudios de televisión de Miramar.
Las obras se paralizaron en 1992 y así siguen desde entonces.
El ayuntamiento podría rescindir la concesión a Barcelona Inn, pero, según considera un portavoz municipal, «no se resolvería el problema».
El problema es que nadie, en los tres años transcurridos, quiere ir a Miramar.
El distrito reclama mas protagonismo
La montaña de Montjuic forma parte del distrito de Sants-Montjuic, pero todas las actividades que tienen allí su escenario son coordinadas por un servicio municipal especial que dirige Cati Carreras, comisionada por el alcalde.
Esta coordinación implica, desde fijar las necesidades de trasporte público que puede generar un determinado espectáculo público, hasta controlar las concesiones administrativas.
El nuevo presidente ejecutivo de Sants-Montjuic, el socialista Pere Alcober, es partidario de que el distrito tenga un papel más relevante en la coordinación de las actividades de la montaña, quizás a través de un organismo diferente al actual, dirigido por el propio presidente del distrito.
Alcober cree que ese organismo debe tener como objetivo un uso y funcionamiento adecuado de los servicios que se dan en la montaña de Montjuic, y también de todas sus necesidades.
El concejal es partidario de que se fijen los costos de las actividades y que se establezca su financiación adecuada, que deberían asumir las entidades que las generen, sea la Fira, Barcelona Promocions (empresa municipal que gestiona el Palau Sant Jordi y el Estado Olímpico) o el Poble Espanyol.
Quizás también en el futuro ese organismo podría mediar en la reanudación del servicio del teleférico de Montjuic, cuyo funcionamiento fue suspendido por la Generalitat el pasado 28 de enero por problemas en su estado de conservación.
El teleférico funciona previa concesión de la Generalitat. Teleféricos Barcelona SA, la concesionaria, inició en octubre pasado la redacción de un proyecto de restauración que, a partir de junio, fijara los costes de esos trabajos.
Recorte de prensa Montjuic, pendiente de cuatro concesiones facilitado por Josep Manel Castro y editado por Josep Pérez