La Noria (1966 – 1974)
2 minutos de lecturaSi hay alguna atracción que se identifica con el Parque de Atracciones de Montjuic es la Noria. La primera Noria, que aparece en el logotipo del Parque, se erigió majestuosa desde su inicio, en 1966, hasta 1974, año en que se reemplazó por una más moderna: la Noriavisión.
A pesar de su sustitución, la Noria continuó siempre viva en el logotipo del Parque.
Detalles técnicos de la Noria (1966 – 1974)
La Noria era, seguramente, de segunda mano, ya que le faltaban algunos de sus elementos originales.
Llegó al Parque de Atracciones de Montjuic procedente de Estados Unidos, y estaba fabricada por la empresa Bridge Company. Su nombre comercial era Big Eli, un clásico de esta compañía que aún se fabrica en la actualidad.
Como detalle curioso, añadir que el dueño de la Eli Bridge Company, que inicialmente se dedicaba a la construcción de puentes, al montar en noria por primera vez en 1893, cuando visitó la Exposición Colombina, quedó tan fascinado que decidió dar un giro a la actividad de su empresa y, pese al recelo familiar, inauguró su primera noria en Jacksonville, en el mismísimo Central Park de Illinois, el 23 de mayo de 1900.
Anécdotas de la Noria (1966 – 1974)
Las barcas originales de la Noria estaban formadas fundamentalmente por tres elementos: el asiento, el estribo y los protectores superiores laterales. Pero las barcas de nuestra Noria, por algún motivo desconocido, llegaron al Parque de Atracciones de Montjuic sin los protectores superiores. Así se instalaron y así permanecieron en funcionamiento hasta el final.
En la imagen se pueden ver diferenciados por colores los tres elementos que conformaban las barcas.
Esta es, a grandes rasgos, la historia de la primera Noria que pudimos disfrutar en el parque, una atracción que, aunque sencilla, evoca la nostalgia de momentos llenos de magia, momentos que permanecen en nuestro recuerdo y jamás serán borrados, aunque no podamos volver a verla girar en nuestro desaparecido Parque de Atracciones de Montjuic.
Vídeo de la Noria
Editado por Esther Bose y Josep Peréz con la colaboración de Jaume Susany y Lluís Garcia López.